domingo, 27 de marzo de 2016

LA BOMBA DE HIELO


¿Cuál es el peor error que puede cometer un periodista? En realidad son dos cosas que parten de lo mismo. Primero, que la noticia del siglo pase por debajo de sus narices y ni siquiera se entere. Y lo segundo es que, una vez se entere, ya sea demasiado tarde. Me temo, queridos lectores y colegas periodistas, que he pecado de ambas cosas. Puesto que fui testigo indirecto a los atentados perpretados en Bruselas el 22 de marzo de 2016. Y mi historia es una contada desde la ignorancia del antes y lo superfluo del después. Me gustaría basar esta anacrónica en los hechos. O incluso el calor humano que salía como consecuencia de los atentados.  Pero se trata de un relato más oscuro. La Sociología del Mal. Partiendo todo de tres incógnitas. La Santa Trinidad de mi experiencia: ¿Era un turista ignorante? ¿Era un periodista ineficiente? ¿O... francamente... ni siquiera me importaba? Para contestar dichas preguntas, debo contar la historia desde mis pecados. Que, en honor a la Semana Santa que recién iniciaba, dividí en dos partes. Antes del Terrorismo y Despúes del Terrorismo. El Tiempo no existía. Ni yo tampoco.

Cero Años Antes del Terrorismo
(OO A.T.)

Mi hotel se llamaba Van Belle. Se encontraba en la Calle Chaussé de Mons o Bergensesteenweg. Esta dualidad era común en toda la ciudad. Las opción frencesa/flamenca. Mi primer objetivo era sacar dinero. Lo intenté también ayer cuando llegué al aeropuerto de Zavetem. El metro estaba cerrado por la hora. Era tarde ya. Cerca de la media noche. No encontraba cajeros ni centros de información.  Sabiendo que un taxi me iba a timar (especialmente tratándose de la región de los taxis más caros de Europa), encontré un bus que me llevaba al centro a un precio razonable. Aunque no tenía idea de dónde tenía que ir. Y curiosamente, elegí bajarme frente al Parlamento Europeo. Donde veía cajeros y los taxis no me cobrarían tanto por la distancia. Desafortunadamente, los únicos que encontraba no dispensaban euros. Volviendo a aquella mañana, seguía con el mismo cometido. Y no encontraba cajero alguno. Durante lo que parecían millas y millas. Al cabo de un tiempo, me encontré con mi primera parada del Metro Belga: Lemmonier. Estaba abierta. Eran las 7 o así. Pero seguía sin disponer de dinero en líquido. Por algún motivo me propuse no hacer nada, ni siquiera comer o beber, hasta tener algo en efectivo. Pensaba que sería cuestión de minutos. Aunque tardé mucho hasta dar con uno.

Subí por el Boulevard Lemmonier y crucé a la Avenue Stalingrad al poco tiempo. Estaba muy cansado. No por haber dormido mal. Sino porque había bebido el día anterior. Desde el Aeropuerto de Madrid hasta mi Hotel en Bélgica. Confieso que es mi principal razón por venir. Las cervezas belgas. Me encantan. Y en Bruselas las tenía en cada esquina. Justamente me encontré con un bar al final de Stalingrad donde vendían varias. Seguía sin tener dinero y pasé de largo.

Empecé a callejear hasta que di accidentalmente con la Grand Place. Un lugar muy bonito. ¡Y dónde finalmente veía un cajero! Saqué cien euros ya que no sabía cuando volvería a encontrar otro. Aproveché a desayunar estilo belga. Gofre y cerveza. No hay nada mejor. La imagen de mi comida y mi bebida me habían dejado paralizado por unos instantes. El simbolismo de la vida y la muerte. Eran las 8 menos cuarto. Salí de la Plaza por la derecha hasta derivar en la Place Saint Jean. No había nada fuera de lo común salvo varios negocios de comida. Había una cuesta muy empinada que empecé a subir. Buscaba la Gar Centrale para indagar sobre mi futuro viaje a Brujas y el Gran Palais en la cima. Fue a partir de aquí que empecé a notar cosas extrañas.

Le pregunté a un policía cómo llegar a la estación de trenes. Me resultó raro verlo con un perro en plena plaza. El policía me informó bien cómo llegar. Y al final me gritó algo en francés que no llegué a discrepar del todo. Me sonaba como "Ten mucho cuidado".  Tras comprobar que efectivamente podía comprar mi billete a Brujas, volví a salir y subí hasta llegar cerca de la cima. Por algún motivo, giré a la derecha en lugar de seguir subiendo. Error. Mi desvío por la Calle Emperateur me hizo dar una vuelta en "U" sin sentido. Acababa en la Plaza Royale que antecedía el Palacio. Habían muchos museos. Me llamaba la atención sólo el de Magritte. Pero estaba cerrado. Aquí es donde mi instinto periodístico tuvo que haberse activado. No por la primera patrulla que veía con la sirena activada y acelerando a máxima velocidad. Sino por las siete patrullas que estaban aparcadas frente al Palacio. La Rue de Palais estaba acordonada y no se podía pasar. Habían varios tipos de controladores que sólo recuerdo por colores. Policías de traje fluorescente verde, policías de traje azul, militares camuflagiados con boina roja y hasta en el parque lindante donde veía controladores de morado indicando donde se podía ir y donde no. Y lo que más me llamaba la atención en aquel instante era un cuervo que veía en el parque y que andaba cerca de mí. Son, sobre todo, los clásicos anunciantes simbólicos de la Muerte. Pero a mí sólo me parecía bonito.

Creo que estaba imbécil esa mañana. O a lo mejor borracho. Que en mi desvío incoherente por los Emperateurs/Kaisers me bebí dos cervezas más. Enfatizo que las cervezas belgas son en su mayor parte Ales o de alta fermentación (que se fermentan más de una vez). Contrario a las cervezas comunes o Lagers de baja fermentación (que sólo se fermentan una). Lo que implica que la Ale tiene un mayor grado alcohólico. Las cervezas belgas suelen rondar entre los 6-12º. Por lo que beberme tres en tan corto espacio de tiempo me tenían ya contentillo. Quizá es lo que más me gusta del alcohol. Ese sentimiento de indiferencia jovial. Y quiero creer que era el motivo por lo que no lo veía.

Las pistas seguían apareciendo. Cuando salí del parque crucé a la izquierda hasta llegar a la Rue de Loi. Estaba cansado de caminar y la parada de metro que veía me daba esperanza. Era la estación de Arts-Loi... y estaba cerrada. Eran cerca de las 10 ya. El Caos parecía cada vez más evidente. Veía militares por todos lados. Habían controladores de tráfico con trajes fluorescentes rojos. Un belga, con la misma ignorancia que yo, preguntó a un controlador de tráfico por qué habían cerrado el metro. Concentrado en su trabajo, el controlador sólo dijo que buscara otro medio de transportación. Patrullas y ambulancias pasaban cada dos segundos con sirenas y a toda velocidad. Como la primera que veía en la Place Royale. Finalmente me entró en la cabeza que algo malo había sucedido. Necesitaba comer algo igualmente. Pese a mi borrachera moderada, no tenía energías para volver a casa andando como iba. Me detuve en un café en la encrucijada entre la Rue de Loi y la Avenue des Arts. Me pedí un bocadillo Carlos Quinto y una cerveza Hoegardeen. Tenía dos paradas cerca de donde me encontraba. Maelbeek y Schumann. Ni siquiera intenté ir en esta dirección. Pues me percaté que si seguía por la Avenida, tenía ocho más que iban en la misma dirección que mi hotel.

En este punto ya estaba curioso. Me compré el periódico Le Monde y lo hojeé rápidamente. No había ninguna noticia relevante o aplicable a lo que presenciaba. Eso quería decir que había ocurrido hoy. Mientras bajaba por la calle, empecé a ver todas las paradas de metro cerradas. Y todas con el mismo comentario en el encabezado digital de la boca: "Debido a los eventos ocurridos hoy, se corta la linea de transporte general". En aquel momento también me daba cuenta que no habían buses o tranvías. Y las patrullas y las ambulancias seguían pasando. Una detrás de otra. Pase por una tienda de alimentación y me compré una cerveza Maredsous Triple. Me la llevé al parque de la par y me la bebí tranquilamente en un banco a la luz del sol y frente a un pequeño castillo que agradaba la vista. Vi mi teléfono y tenía una llamada perdida de mi tía. Tengo que señalar que no tenía cobertura, roaming, Internet o whatsapp salvo que se tratara del WIFI del hotel. Mi tía me había avisado unos días antes que no fuera a Bélgica por un terrorista que estaban persiguiendo o algo parecido. A nivel subconsciente, también quiero creer que fue la razón por la que no me lo tomé en serio. Asumía en un nivel que era eso y nada más. Pero que me haya llamado ya no me suponía que algo malo había pasado... más bien que algo muy malo había pasado.

Me encontré con unos militares más abajo. Iban con prisa pero les pregunté igual. Tan sólo me respondió uno de ellos. Y me dijo solamente "Les Atentats". ¿Atentados? Lo primero que me vino a la cabeza no fue "¡La noticia del siglo!" sino "¿Cuánta gente estará preocupada por mí?" Por fortuna, me quedaba poco trayecto ya. Aligeré el paso y llegué al hotel. Me conecté a Internet y justo me llamó mi amigo Alejandro. Me lo explicó todo en detalle. Tres bombas. Dos en el Aeropuerto y una en la estación de metro. Encendí la televisión y estaba en todas las cadenas. Le mandé mensajes a todos mis amigos y familiares indicando que estaba bien. Descansé un poco y volví a salir. 

Cero años Después del Terrorismo 
(OO D.T.)

Ahora sí me fastidiaba no haberlo cubierto. Hasta acordarme que era un anacronista. No me importaba tanto el tiempo como el desarrollo de los simbolismos. Aparte que ahora estaba más documentado después de verlo en distintas cadenas e Internet. Eran las 3 de la tarde. Y decidí hacer el mismo recorrido. Aunque, esta vez, intentando cubrirlo de la mejor manera posible. Fotos, entrevistas y lo que haga falta. Sin embargo, tenía dos problemas. En primer lugar, la noticia ya había salido. No sólo me costaría encontrar algo nuevo, pero tendría que competir con la horda de periodistas en Bruselas que estaban detrás de lo mismo. En segundo lugar, me percaté que no había cambiado nada. La gente seguía viviendo como si nada hubiese ocurrido. Lo empecé a notar cuando subía por Stalingrad nuevamente. La mayor parte de los sitios estaban abiertos. Alguno que otro había cerrado. En la calle había gente. No tenía mucha base de comparación para justificar mi hipótesis, pero podía intuir con sólo verlos que era su rutina de cada día. Y ni este evento ni el propio Apocalipsis cambiaría ese hábito. Al llegar a la esquina, entré en el bar al final de la calle donde había presenciado por primera vez los carteles de mis cervezas. Seguiría bebiendo. Podría dar mil justificaciones de por qué. No quería que me alcanzara la resaca, estaba más lúcido, de vacaciones, con nervios, por gula, alcoholismo, etc. A decir verdad, ni siquiera lo sé. En cualquier caso, andar me bajaba la borrachera. Y andaba mucho. Entré y me senté en la mesa central. Decidí hacer mi primera entrevista de manera casual. Y traducida del francés, la conversación fue más o menos así:

-¿Qué desea, Señor?- me preguntó el Camarero quien también parecía ser el dueño del bar.

-La Chouffe- dije con seriedad-. Me alegra que estéis abiertos.

-¿Por?

-Por los Atentados.

-Tengo que comer, ¿no?

 -Está claro. Y nosotros beber.  Por eso me alegra.

-¿Pinta?

-Por favor.

Me resultaba muy seco. Incluso con la obvia picardía detrás de nuestros comentarios. Pero me llamó la atención lo que dijo. Y no me refiero a la relación simbiótica entre Camarero y Borracho. Más bien la frase "Tengo que comer, ¿no?" Es cierto. Tenemos que trabajar para poder comer. Y ningún atentado puede cambiar eso. Sé que un terrorista suicida no lo hace por comer. ¿Pero lo hará porque es su trabajo? La gente del bar parecía toda despreocupada. Se reían y bebían como si nada importaba. Como si nada hubiese pasado. Y no en el sentido de emborracharse para olvidar las penas. Era gente normal. Indiferente. Tan sólo discrepaba una mesa seria. Cuatro mujeres. Dos de ellas de espaldas hacia mí. Una de las dos consolaba a la otra con cariño en la espalda. En un momento la abrazó y cruzamos miradas. La suya era una de penuria y angustia. Las chicas se fueron al poco tiempo. Decidí perseguirlas. La mirada de esa mujer me cautivó. Y era la que consolaba. Me imagino qué me diría la otra. Me bebí la cerveza rápido, pagué y salí. Me sacaron mucha ventaja pero di con ellas en una intersección donde la policía estaba presente.


Todas parecían llevar el mismo abrigo. Azul, marrón, gris y rojo. Las escuché hablar y eran españolas. Le pregunté qué opinaban sobre lo que había pasado. Se quedaron calladas las cuatro. Les dije que era un periodista. Y finalmente la que estaba siendo reconfortada y quien creía que me daría más información me dijo, "Francia 2.0". Y ya está. Frases hechas. El policía que me encontraba en la esquina me respondió algo similar cuando le pregunté cómo iba la cosa. "Hacemos lo que podemos contra los terroristas". Y punto. Intuía que la gente me respondería siempre los mismo. Fuera quien fuera. De manera cortante. Y si era un periodista, incluso con micrófono y cámara, me soltarían frases hechas como las que había oído. Pero me hizo pensar en cómo redirigir la historia. Quería saber en qué medida los atentados habían afectado a la gente. Mi anacrónica sería más sociológica que periodística en dicho caso. Partiendo de la base del Camarero belga y las chicas españolas. Puede que los belgas sean más fríos y los españoles más apasionados. Tiene su virtud y defecto por ambas partes. Los primeros pueden seguir su día a día sin que les afecte nada pero no se involucran lo suficiente. Y los españoles les afectan las cosas demasiado y lo demuestran más. Pero los vuelve tendientes a exagerar. 

El ejemplo perfecto vino del telediario 24 horas español que había visto antes de salir. En ella salían muchos españoles viviendo en Bélgica. Todos de ellos en casa y hablando a través de Skype. Decían que se les impedía salir a la calle o ir a trabajar. Que había una situación de alerta, ley marcial, calles desiertas, etc. Esto es MENTIRA. En mi hotel no me dijeron absolutamente nada y comenté en recepción el tema de los Atentados antes de salir. Y en ningún momento un policía o militar de la calle me dijo que me fuera a casa. Podía pasar por algunos sitios que estaban acordonados. No sólo yo. Pero cualquiera. Y podía tomarle fotos a lo que quería sin que me dijeran nada. Había gente en la calle. Los negocios parecían estar abiertos en su mayor parte. Los museos sí cerraban. Como el Brussels City Museum cuando llegaba a la Grand Place. Pero esto último tiene más sentido. Del punto de vista del terrorista, creo que si quieres realmente destruir un lugar, no explosionas un aeropuerto o una estación de metro. Explosionas un museo. Lo primero es cuerpo. Lo segundo es alma. El legado. Y si te cargas el legado, te cargas la inmortalidad del país.


Llegué a la Plaza Saint Jean y aproveché a comer algo rápido. Entre a un restaurante árabe fusión de hamburguesas, kebabs, perritos, etc. Pedí un foccacia de salchicha alemana y una cerveza Chimay Azul. La clientela era toda árabe y había sitio abajo para sentarse. Lo que me pareció curioso de esta parte de la historia es que me mandaron arriba. Un lugar muy amplio pero donde no había absolutamente nadie. Más sorprendente era que las noticias sonaban en la segunda planta y música pop francesa en la primera. ¿Era esta la reacción árabe? ¿Estaban avergonzados del fundamentalismo terrorista que maculaba sus creencias islámicas? ¿Estaban en negación o represión por lo que había pasado? ¿O sencillamente les pasaba lo mismo que a mí antes? ¿Es que realmente te llaman la atención estas noticias cuando ya procedes de paises conflictivos como Iraq, Afganistán o Guatemala?


Salí del restaurante y me acerqué a la Gar Centrale. Estaba acordonada la zona. Aquí sí no dejaban pasar a nadie. Habían policías, militares, periodistas, viandantes curiosos, patrullas, furgonetas y camiones aparcados. Después de mis primeras entrevistas fracasadas, me percaté que los periodistas eran quienes mayor información me iban a dar. Y, debido a que no eran ya mis competidores, podrían enclarecer mi perspectiva sobre el asunto. Me acerqué a uno de ellos y le pregunté que si se sabía algo nuevo. Sólo me dijo que se creía que había un cuarto terrorista suelto aparte de los tres que se habían inmolado. Me separé de la pequeña muchedumbre (puesto que tampoco era excesiva) y continué por la cuesta empinada hasta la Place Royale (esta vez sin desviarme por Emperateur). Los museos estaban cerrados todos. Aunque ya podía transitar delante del Palacio. Había control pero era menor. Me detuve en una esquina con varios periodistas.

-Buenas tardes- le pregunté a un periodista en francés-. ¿Se sabe algo nuevo?

-Nada- me respondió el periodista a quien se le notaba cansado de estar ahí-. Esperando declaraciones.

-¿De quién?

-Pues, a estas alturas, de quien sea.



Creo que estaban igual que yo. O peor. Y hartos de no encontrar nada. Odio el periodismo de declaraciones. En la analogía de la jungla, es lo equivalente a la carroña. Yo también era un carroñero. Pero también soy el Forense de Dioses. A diferencia de los demás periodistas ahí, yo al menos intentaba unir las piezas de mi Frankenstein.


 
Continué andando hasta la estación de Arts-Loi. No me había percatado hasta en ese momento que la estación de la par era la estación donde había sucedido el atentado del metro. Y yo me tomé una cerveza y un bocadillo ahí. ¡A la par! ¡Y tan sólo unos minutos después! Crucé la calle y me acerqué a la estación acordonada de Maelbeek.

-¿Se sabe algo nuevo?- volví a preguntar a un fotoperiodistas de ahí.

-Nada- me respondió-. Esperando la próxima foto. ¿Qué sabes hasta ahora?

-Lo que sabe todo el mundo... supongo.

-Poco más puedo decirte entonces.

-Una pregunta si tenía: ¿Hacia adónde iba el tren cuando estalló la bomba?

-Pues hacia la parada que ves ahí. Arts-Loi.

-Vaya... gracias.



La estación donde iba a a entrar... me volví por la Avenida y me dirigí al hotel. La unión de la carroña periodística, las casualidades del destino y las reacciones de la gente me dejaban reflexivo. Y fue un hecho banal lo que me dio la pieza que me faltaba para cerrar mi anacrónica. Dos mujeres belgas que hablaban detrás de mí. Charlaban de cosas cotidianas. Aunque fue aquello que me encarriló al tren de pensamiento que quería llegar. Cometaban primero los Atentados. Y luego de hacerse las uñas en un sitio. Lo que resultaba impactante para mí de la conversación es que el tono de los Atentados y las uñas era exactamente el mismo. Como si se tratara de una conversación cotidiana cualquiera.  Lo peor de todo, es que lo entendía...



Pese a que estas dos imágenes son de broma, creo que explicarán mejor mi punto que cualquier imagen seria. En mis escritos, siempre definí la maldad pura como la indiferencia. La frialdad en lo que respecta el mundo que nos rodea y los demás seres humanos. Y no sentir absolutamente nada a la hora de herir a alguien. Me recuerda a la conversación de la película Seven. Cuando Morgan Freeman le explica a Brad Pitt que, en la prevención de las violaciones, se les enseña a las mujeres a gritar "¡Fuego!" en lugar de "¡Ayuda!" Porque la gente responde al fuego pero no responde a llamadas de auxilio. ¿Y si no se trata de una cualidad belga, española, árabe o guatemalteca? ¿Y si es una cualidad inherentemente humana que tarde o temprano nos consume? A nivel personal, me estaba pasando con el alcohol. Contrario a la noción popular, la razón no es algo divino o un milagro de la ciencia. Es un mecanismo de defensa. Como lo es la fe y toda esa dialéctica absurda que hubo en la Edad Media. Y a mí el alcohol me empezó a jugar pasadas extrañas en los últimos meses. Puesto que antes me hacía olvidar momentos embarazosos. Pero, recientemente, me hace olvidar mis maldades. Para protegerme de la culpa y el arrepentimiento. Y me enteré hace poco. Por lo que a lo mejor he estado cometiendo maldades durante un tiempo y mi mente no me lo hace saber...

Cuando llegué al hotel encendí la televisión y había un telediario hablando de los tres terroristas confimados. Mientras veía imágenes de ellos en el aeropuerto, retratos robot y fotos, lo primero que me vino a la cabeza no fue "¡Hijos de puta!", "¡A ISIS le tocará lo suyo!" o "¡Merecen todos morir por lo que hicieron!" Más bien pensé, "Pudo haber sido cualquiera de nosotros". Llevaba bebiendo todo el día... ¿era yo el cuarto terrorista?

Gran parte de la sociología humana depende de tres cosas. La perspectiva, la dialéctica y la dimensión espacio-tiempo. ¿Qué pasaría si los atentados me afectaban de una manera más directa? ¿Si por no encontrar bus, metro y negarme al taxi en el aeropuerto, me hubiese esperado hasta la mañana siguiente cuando estallaron las bombas? ¿Y de haber sacado dinero en el Parlamento o la siguiente mañana, acceder al metro desde Lemmonier? ¿O por no desviarme por la calle Emperateur y beberme esas cervezas, habría llegado a la estación de Arts-Loi? ¿Y si hubiese interactuado con gente que lo vivió en carne propia? Quizá puede que sea más simple que eso. ¿Qué tal si al principio de mi día en la Grand Place cruzaba a la izquierda en lugar de la derecha? ¿Qué en lugar de ser de día, fuera de noche? A lo mejor me hubiese encontrado con esto:

domingo, 6 de diciembre de 2015

EL CAMINO DE LA FUERZA



Hola, soy un Crono Ewok. De la estirpe original de Ewoks de Endor. En realidad, el primero en el tiempo que derivó en ellos (ergo el nombre Crono). Soy el último de mi especie. El resto de mis familiares, amigos y parejas se extinguieron por una debilidad genética que compartimos todos: el problema con la bebida. ¿En qué se diferencia  un Crono Ewok de un Ewok normal? Que el Crono Ewok es un poco más alto (pero sólo un poco). Desarrollamos este rasgo evolutivo sencillamente como medio para poder llegar a la barra estando de pie. Ahora bien, esto no es un proyecto WWF/Green Peace que planteo a la red como medio para que alguien me adopte o contibuya a mi causa por hambre o enfermedad. No voy a engañar a nadie. Me lo gastaría todo en alcohol que es más (ahí sí que se estaríais contribuyendo a mi enfermedad). Aunque si contaré un poco mi origen para que la borrasca que pienso plantear a los lectores no parezca una aventura borracha sin sentido. Aunque probablemente lo sea...

Lo voy a hacer muy resumido puesto que lo importante no es lo que fui sino lo que voy a hacer. Creo que todo empezó con la tercera película de Star Wars. En ese tiempo habían tanto Ewoks como Crono Ewoks a cholón. Cuando George Lucas nos llamó para el casting, nos emocionamos tanto que se nos fue un poco la mano con la pre-celebración. Algunos llegamos borrachos, otros de resaca, unos ni siquiera aparecieron y yo, personalmente, llegué a liarla con unos clones macarras (hasta hoy tengo una orden de alejamiento de George Lucas). Por estos motivos, George Lucas eligió a los Ewoks. Y los Crono Ewoks fuimos extinguiéndonos uno detrás de otro al fondo de una botella. Yo casi me extingo igualmente. Pero la última trilogía me subió los espíritus. Por lo mala que era, aclaro. Desde el estreno de la última trilogía que dio inicio el 18 de diciembre de 2015, mi vida perdió todo propósito. No me han llamado. Ni siquiera para los Spin offs. Con lo cual, tomé una decisión de acabar con mi vida. Pero tranquilos, que pienso hacerlo lo más gracioso posible.

La idea se me vino con dos películas que nada tenían que ver con Star Wars: Leaving Las Vegas y Bienvenidos al Fin del Mundo (World's  End). De la primera sólo saqué la idea de morir bebiendo. Pero de la segunda saqué una idea mucho más creativa. Algo llamado la "Milla de Oro" donde los personajes se beben una pinta en cada pub hasta pasar por todos. Coincidía que en una galaxia no muy, muy lejana, había un Sistema Solar llamado Madrid donde se hacía una exhibición de Star Wars en diferentes planetas como tributo a las nuevas películas. La exposición se hacía llamar #FaceTheForce y consisitía sencillamente en una cabeza gigante de un personaje de Star Wars en distintas zonas del Sistema. Cuando me percaté que la cantina de Mos Eisley se encontraba justo en medio del jaleo,  grité "Ebreka" (lo mismo que gritó mi ancestro Arquimidewok cuando descubrió en su bañera que el alcohol también cura la resaca). De aquí, mi propuesta. El Camino de la Fuerza:

Beberme una yonki lata en cada cabeza de cada planeta. ¡Con fotos!

Simple y sencillo. Y mi muerte haría honor a mi inexistencia de la saga. FYI, una yonki lata es una cerveza de medio litro que contiene alcohol exclusivamente. No se le llama así porque contiene estupefacientes adicionales, sino porque es la bebida oficial de quienes sí los consumen. Es decir, los Hutts, rodianos, grans, mynocks, wampas y toda esa peña rara. Bueno, suficiente cháchara. ¡Vamos allá!

CAMINO DE LA FUERZA # 1: FIRST ORDER FLAMETROOPER

Entré a la cantina Mos Eisley. Solo me encontré con un Flametrooper y Obi Wan. El primero estaba sentado en la barra. El segundo llevaba un ciego de primera y no podía abrir su cerveza "twist off". Obi Wan se frustró y encendió su sable láser. Se cargó la botella y media barra.

CAMARERO: ¡Suficiente, abuelo! ¡Paga tu cuenta y vete a tomar por culo!

OBI WAN: No te debo... naaaada. NO... (HIC)... TE DEBO... NAAAAADA.

CAMARERO: ¿Qué haces con tu mano? ¿Intentas esa mierda Jedi conmigo? ¡Solo funciona en las mentes débiles!

OBI WAN:  Lo sé. No sé que pasa... debería funcionar... (hic) contigo.

CRONO EWOK: Es porque vas como un deficiente, abuelo.

OBI WAN: Sí... pero a mí se me pasa mañana.

CAMARERO: ¡Qué te pires, coño!

OBI WAN: Vale, vale. Quédate con el cambio, perra. Me largo.

CRONO EWOK: Joooder. La Fuerza es poderosa en él.

CAMARERO: ¿Qué querías?

CRONO EWOK: Yonki lata para llevar.

CAMARERO: ¿Fría?

CRONO EWOK: No, se la quería llevar a un tusken en una hielera de arena, no te jode.

CAMARERO: Vale... espera aquí. Las tengo atrás.

FLAMETROOPER: Hooooolaaaa.

CRONO EWOK: Eh... hola. ¿Qué tipo de trooper eres tú? Que no me suena tu casco.

FLAMETROOPER: Soy un Flametrooper, sabes... de los que escupen llamas.

CRONO EWOK: ¿Y donde se almacenan?

FLAMETROOPER: En mis pantalonesssss.

CRONO EWOK: ¿Cómorrr?

FLAMETROOPER: ¿ENTIENDESSSSS?

CRONO EWOK: Entiendo que no soy el droide que estás buscando.

FLAMETROOPER: Ah... vale... lo siento...

CAMARERO: Su yonki lata, señor.

FLAMETROOPER: Invito... no tienes que darme nada...

CRONO EWOK: Mira, tío. Hagamos una cosa. Si me llevas al Planeta Santiago Bernabéu, te dejo que me acaricies un poco el cuero cabelludo por cinco segundos. Pero eso es todo.

FLAMETROOPER: ¡Acepto! ¡Es que eres tan mono! ¡Cómo te voy a mimar, osito!

CRONO EWOK: ¡Eh! ¡No te pases!

FLAMETROOPER: Lo siento... estoy muy solo...   

Poco después de irnos,  me enteré que Kylo Ren entró a cargarse la otra mitad de la barra con sable en mano sin ningún motivo aparente.


Selfie Flametrooper en Santiago Bernabéu



CAMINO DE LA FUERZA # 2: REBEL PILOT

Entré a la cantina y Luke Skywalker estaba con su uniforme de piloto rodeado de escoria borracha desinteresada de varias galaxias.

CAMARERO: ¿Yonki lata fría?

CRONO EWOK: Muy fría. Que entre el desierto y el Flametrooper, la anterior se volvió pis en naa.

LUKE: ¡Y entonces... usé la fuerza... y destruí la Estrella de la Muerte!

ESCORIA BORRACHA: ¡LO SABEEEEMOS!

CRONO EWOK: Es verdad, tío. Déjalo ya. Que fue hace mucho tiempo en una galaxia en el quinto coño. Ahora eres un viejales y apenas te recordarán por lo que has hecho en las pelis.

LUKE: ¿Quién te ha dicho eso? ¡No es verdad!

CRONO EWOK: Tronco, no llores. No es pa tanto.

LUKE: Lo siento... es que no sabes lo que es ser un icono... la presión de mantenerte arriba... que te olviden el tiempo entre medias... y que quizás no vuelvan a quererte...

CRONO EWOK: ¡Awwwww, pobrecillo! ¡Tú no sabes lo que es que nadie sepa quién eres! Al menos has tenido tu auge. Si alguien entiende eso más que nadie soy yo... es más.. Obi Wan nunca te dijo qué le pasó a tu hermano...

LUKE: No tengo hermano. Tengo hermana.

CRONO EWOK: Eh... vale... pues Obi Wan nunca te dijo QUE TENÍAS un hermano... soy yo...

LUKE: NO... ESO ES IMPOSIBLE... ¡NOOOOOOOOOOU!

CRONO EWOK: Joder, eres todo un drama queen. Que podría ser peor. ¡Pude haber sido un gungan!

LUKE: ¡Déjame en paz!

CAMARERO: Yonki lata muy fría.

CRONO EWOK: Luke... hermano... ¿me das un aventón en tu X Wing al Planeta Madrid Río?

LUKE: Pues... le han disparado a R2D2 y me lo estan reparando. Si no te importa ir en el compartimento de droides.
 
CRONO EWOK: ¿Qué si me importa? ¡Es ir en un descapotable por el espacio! ¡Cómo mola!


Selfie Rebel Pilot en Madrid Río


CAMINO DE LA FUERZA # 3: DARTH VADER

Entré a la cantina y estaba Darth Vader estrangulando al Camarero con la Fuerza. El resto de borrachos estaban alejados de él. Le hice un gesto con el dedo al Camarero para confirmar mi tercera yonki lata. Éste me la confirmó con su propio dedo en vísperas de colapsar.

DARTH VADER: Tu carencia de Schweppes me resulta molesta...

CRONO EWOK: Oh gran Darth Vader. ¿Te importa estrangurlarlo después de que me traiga mi yonki lata?

DARTH VADER: Como desees...

CAMARERO: Ahora... te... la traigo.

CRONO EWOK: ¿Qué pasa? ¿Es del Barça?

DARTH VADER:  Como si fuera del Madri.

CRONO EWOK: No me digas... eres del...

DARTH VADER: ¡Del Atletic sí! ¡Qué pasa!

CRONO EWOK: Nada, nada. Me parece magnífico. Chachi piruli guay. Peace and love. Euskadi power. Por favor no me estrangules telepáticamente que tengo un plan para morir y me lo vas a estropear.

DARTH VADER: No puedes morir, Crono Ewok.

CRONO EWOK: ¿Sabés quién soy?

DARTH VADER: Por supuesto. YO SOY TU PADRE.

CRONO EWOK. ¿Soy vasco? ¡No jodas!

DARTH VADER: Lo digo en serio.

CRONO EWOK: Pues díselo a Luke que no me cree que soy su hermano.

DARTH VADER: Medio hermano.

CRONO EWOK: En ese tema, ¿a qué escoria intergaláctica tuviste que haberte follado para que naciera yo?

DARTH VADER: En realidad era un banco de esperma midicloriano. Necesitaba pasta para reconstuir la Estrella de la Muerte.

CRONO EWOK: Ah... vale... sí que encaja. Pues si quieres ayudarme, llévame al Planeta Bilbao... sabes... por eso de que somos vascos...

DARTH VADER: ¡Por supuesto, hijo! ¡Te voy a salvar!

CRONO EWOK: Es muy tarde para mí, Patxi... digo... Papi. Un momento... ¿tú vas a salvarme? ¿Qué vas a hacer? ¿Llevarme al lado crepuscular de la Fuerza?

DARTH VADER: ¡Ahí va la hostia! ¡Es verdad! Déjalo.

Foto Darth Vader en Glorieta de Bilbao


CAMINO DE LA FUERZA # 4: RESISTANCE PILOT

Entré con mi padre a la cantina. En la barra sólo estaba Poe Dameron, un piloto de la Resistencia. Empecé a sentir una gran afinidad y parecía que todo iba a marchar bien. Y ahí... en la barra mientras lo abrazaba con todo mi pedo... escuché un disparo láser. El humo venía de la pistola de Han Solo que entraba a la cantina acompañado de Chewbacca.

CRONO EWOK: ¡Hijo de puta!

CAMARERO: ¿Yonki lata?

CRONO EWOK: Por favor.

HAN: ¿Quién coño eres?

CRONO EWOK: Mi nombre es Crono Ewok. Has matado a mi padre. Prepárate para morir.

HAN: Mira, Chewie. ¡La Puta Princesa Prometida!

CHEWBACCA: UUUUUUUUURRRRR.

HAN:  Lo siento, bola de pelos. Pero tengo que recordarle a la peña que, sin lugar a duda, ¡¡¡YO DISPARÉ PRIMERO!!!

CRONO EWOK: ¡Me la trae pendulona! ¡Estás en mi deuda!

HAN: ¿En serio? Pues ponte a la cola. 

CRONO EWOK: Tío, que te voy a salir barato. Sólo necesito autostop a cinco planetas. Y ya está.

CHEWBACCA: UUUUUUUUUUURRRRR.

CRONO EWOK: Escucha a tu colega el lituano, tronco. Me está dando la razón.

HAN: Lo que está diciendo es que es tu padre.

CRONO EWOK: ¡Joder! ¡Que lío me estáis armando!

HAN: Debe serlo. Fijo. Por la cantidad de veces que se tiró a tu madre. Jajajaja. ¡Muy buena, Chewie!

CHEWBACCA: GUAAARRR GUARRRR GUARRRR AAAAR.

CRONO EWOK: ¿Me vas a llevar o no, gilipollas?

HAN: ¿Hacia donde vas primero?

CRONO EWOK: Planeta Plaza de España.

POE: Yo lo puedo llevar en la ida. El resto del camino, dependerá de vosotros.

CRONO EWOK: ¿Tú? ¿Un piloto de la Resistencia? ¿Ayudarme a mí? ¿Por qué?

POE: Porque después de la Batalla de Endor... mi vida cambió. Se formó la Resistencia pero también... me enamoré... de una Crono Ewok como tú... la quería con todo mi alma... hasta que... falleció...

CRONO EWOK: ¿Qué... qué intentas decirme?

POE: Pues... que... YO... SOY TU PADRE...

CRONO EWOK: ¡Anda y que te den! Os espero fuera. Y llevad mi yonki lata, ¿vale?

HAN: JAJAJAJA. ¡QUÉ ME MEOOOOO!

CHEWBACCA:  ¡¡¡¡GUAAAAAAAAAARRR GUARRRR GUARRRR AAAAR!!!!!!

POE: JAJAJA. ¡CHÓCALA, CHEWIE! ¡NO ME DEJES COLGADO! ¡NO ME DEJES COLGADO!

Foto Resistance Pilot de Han, Yo y Chewie en Plaza de España 



CAMINO DE LA FUERZA # 5: CAPTAIN PHASMA

Entré a la cantina y estaba un Stormtrooper de traje cromado en la barra. Creo que el llamado Capitán Phasma al que todo el mundo teme. Han y Chewie me dijeron que me acompañarían en el Camino de la Fuerza y me dejaron tirado después de la foto de la cuarta cabeza. Se van a enterar si me los encuentro. Y pagarán por lo que le hicieron a mi padre... y por el Snowtrooper a quien también le prometí acariciarme el cuero cabelludo por 10 segundos para traerme de vuelta... vrrrrr... que escalofríos... y no precisamente porque patrulla las nieves.

CAMARERO: ¿Yonki lata?

CRONO EWOK:  ¿Te ardería si te meto un sable láser por el culo?

CAMARERO: Pues... yo creo que... a ver... ¿de qué color es el...?

CRONO EWOK: ¡Que sí, coño! ¡Una yonki lata!

PHASMA: Hola, guapo.

CRONO EWOK: ¡Joooder! Pero en serio. ¿Que cojones os pasa a todos los Stormtroopers? ¿Es que os abusaron a todos cuando erais niños? ¿Es un requisito que os pide el Imperio o la Primera Orden para el currículum? ¿O es que tengo sex appeal para el Lado Oscuro de la Fuerza?

PHASMA: Espera... me quito el casco.

CRONO EWOK: Que me da igual... ¡ahí va! ¡Eres una tía! Espera... ¿eres una tía?

PHASMA: ¡Claro que soy una tía!

CRONO EWOK: Es que tienes pinta de arroba.

PHASMA: ¡¿Arroba?!

CRONO EWOK: Si de macho hembra, andrógino...
 
PHASMA: ¡¿Estás insultando a la comunidad LGBT?!
 
CRONO EWOK: Más bien la estás insultando tú por compararla con los Storm Troopers.
 
PHASMA: Me están juzgando con la mirada. ¡Lo noto ahora mismo!
 
CRONO EWOK: No te juzgo. Es más bien una duda, ¿no eres Brienne de Juego de Tronos?

PHASMA: No... no sé de qué me hablas...

CRONO EWOK: ¡Que no pasa nada, ti@! Es mejor que toda la panda de pederastas y zoofílicos en potencia que tuve el disgusto de conocer hasta ahora. Contigo pienso, hombre, no la tocaría con un sable láser... pero después de un par de más de yonki latas... a lo mejor...

PHASMA: ¡Oso capullo de mierda! ¡La vas a pagar con tu vida!

CRONO EWOK: Pues vas a contrarreloj, guap@. Si quieres matarme, debe ser ahora. Que estaré muerto antes de acabar la noche.

PHASMA: Ahora no... ¡¡pero sí seré yo quien acabe contigo!!

CRONO EWOK: ¡Guay! ¡Ya tengo plan B! Venga... hasta luego. Si no me encuentras, whatsappéame y te mando un GPS con mi ubicación.

CHEWBACCA: ¡¡UUUUUUUUUUUR!!

CRONO EWOK: ¡Han! ¡Chewie! ¿Dónde coño estabais?

HAN: Lo siento, macho. Nos entró hambre y fuimos al Burger.

CRONO EWOK: ¡Pues llevadme con vosotros, joder!

HAN:  Como si quieres comer ahora con tu plan alcohólico de muerte.

CRONO EWOK: Es verdad...

HAN: ¿Hacia adónde ahora?

CRONO EWOK: Planeta Colón.

HAN: Pide otra yonki lata, Chewie.

CRONO EWOK: ¿Cómo va a conducir el Halcón Milenario?  ¡Va tan pedo que ni puede hablar!

HAN: Es para mí, leches.

CHEWBACCA: ¡UUUUUUUUUUUURRRR!

CAMARERO: Otra yonki lata fría marca San Miguel y una bolsa de pipas Facundo. En camino.

CRONO EWOK: ¡Claro! A él si le entiendes, ¿no?


Foto Captain Phasma con Chewie, Yo y Han en Plaza Colón




CAMINO DE LA FUERZA # 6: FIRST ORDER STORMTROOPER

Entré a la cantina con Han y Chewie. Yo creo que ya todos íbamos un poco perjudicados. No había prácticamente nadie. Salvo un gungan que entró antes que nosotros. Acercó un banco a la barra y se sentó.

CAMARERO: No, no, no, no. Fuera. No eres bienvenido aquí.

JAR JAR: ¡Missa cojones! ¡Missa cojones!

CAMARERO: ¡Sí, sí! ¡Missa cojones! ¡Vuélvete a tu país submarino, bicho! ¿Crees que por qué George Lucas dijo que eras su personaje favorito  te voy a dejar beber en mi bar? ¡Y una mierda!

CRONO EWOK: Sí, pírate. ¡Pringao!

HAN: Jajajaja.

CAMERERO: ¿Lo de siempre, caballeros?

CHEWBACCA: UUUUUUUUUUURRRR.

CAMARERO: En seguida.

CRONO EWOK: ¡Sois la polla, chicos!

HAN: ¡No, tú eres la polla!

CHEWBACCA: ¡UUUUUUUUUUUUURRR!

CRONO EWOK: ¿Es el alcohol o estoy empezando a entenderle?

HAN: ¿Por qué crees que le entiendo siempre? ¡Estoy pedo todo el día!

CRONO EWOK: JAJAJAJA.

CHEWBACCA: UUUURRR.

CRONO EWOK: Es broma, Chewie. Ahora sí que sería hijo tuyo... ¡fruto de una madre furcia!

HAN: ¡Yo sería tu esposa!

CRONO EWOK: Han, tronco. No hables como Stormtrooper. No te pega.

HAN: Hablaba con Chewie. Crono Ewok, ¡YO SOY TU MADRE!

CRONO EWOK: JAJAJAJA.

F.O.STORMTROOPER: Ejem.

CRONO EWOK: ¡Hombreeeee! ¡Que pashaaaaa!

F.O.STORMTROOPER: Pues dime, ¿cómo hablamos, gilipollas?

CHEWBACCA: ¡UUUUUUUUUURRRRR!

CRONO EWOK: ¿Te ha quedado claro?

F.O.STORMTROOPER: Em... es igual. Por la Primera Orden y mandato del Capitán Phasma, quedáis arrestados. Os escoltaremos al Planeta Puerta de Alcalá donde posteriormente esperaréis vuestra ejecución.

CRONO EWOK: No lo entiendo. La tía es mazo de sensible con su tema andrógino. Y aún así se hace llamar Capitán en lugar de Capitana...

F.O.STORMTROOPER: ¡Cierra el pico!

CRONO EWOK: Vale, vale...

F.O.STORMTROOPER: Vamos a practicar el medievo con tu culo.

HAN: ¿En plan Pulp Fiction o en plan sado-maso?

F.O.STORMTROOPER: ¿No es lo mismo?

HAN: A ver, especifico. ¿En plan violación Zed y Maynard o en plan venganza Marsellus Wallace?

F.O.STORMTROOPER: Lo primero.

CRONO EWOK: ¡Qué es lo mismo que en plan Stormtrooper!

HAN: JAJAJAJA.

F.O.STORMTROOPER: ¡Suficiente! ¡Lleváros a esta panda de perro flautas!

CRONO EWOK: Soy un Crono Ewok. No un Panda Perro Flauta. ¡A ver si te enteras!

F.O.STORMTROOPER: ¡Echando leches!

CRONO EWOK: ¡Esperad! ¡Tenéis que llevarnos a la cabeza en Puerta de Alcalá para la foto!

F.O.STORMTROOPER: No veo qué sentido tendría... ¡sin tus cervezas!

CRONO EWOK: ¡No, por favor! ¡No les dispares!

F.O.STORMTROOPER: Qué coño dices. Solo te voy a tomar la foto sin ellas.

CRONO EWOK: Ah... vale. Guay.

F.O.STORMTROOPER: A cambio de acariciarte el cuero cabelludo por veinte segundos.

CRONO EWOK: ¡Mierda!
 
 

Foto First Order Stormtrooper conmigo, Chewie y Han en la Puerta de Alcalá. 



CAMINO DE LA FUERZA # 7: STORMTROOPER

Logré escapar de la prisión. Entré al bar disfrazado de Stormtrooper (afortunadamente había un enano abordo). Han y Chewie lograron escapar por su lado pero no podían acompañarme en la aventura borracha que me esperaba. Cuando entré a la cantina, habían dos Stormtroopers de la vieja orden. Ambos con el casco puesto. Sentía una conexión con uno de ellos (no en el sentido que pensáis). Pero la Fuerza que sentía retozar en mi pecho me decía que se llamaba Finn. Intentaba llegar a la barra pero no me dejaban ni me ponían atención.

FINN: ¿Vas a querer algo tú?

STORMTROOPER: Que va. Estoy bien.

FINN: Quiero un Mai Tatooine.

CAMARERO: En seguida.

STORMTROOPER: ¿Mai Tatooine?

FINN: Sí un Mai Tai de Tatooine.

STORMTROOPER: Ah vale... pues estoy preocupado tío.

FINN: ¿Por?

STORMTROOPER: Se me está acabando el paro. ¿Tu crees que realmente nos va a llegar la indemnización por la Estrella de la Muerte?

FINN: Lo dudo. Llevan prometiéndolo desde hace años.

STORMTROOPER: ¿Y el Sindicato de la Perversidad no ha hecho nada?

FINN: ¡Qué va! Sí ahora se hacen llamar la Primera Orden y van a crear su propio partido. Yo ya he echado currículum.

STORMTROOPER: ¿Y no me dices nada, cabrón? ¿Tienen plan médico?

FINN: Médico, dental, cheques de comida, móvil de empresa, Destructor Estelar de la compañía y... un llavero de Babu Frik. Aunque sí te piden requisitos muy radicales.

CRONO EWOK: ¡Ja! ¡Lo sabía!

STORMTROOPER: ¡Joder pues echaré currículum ya! ¡Sobre todo por el llavero!

FINN: Yo me arrepiento. Estoy pensando en dejarlo...

STORMTROOPER: ¿La vida?

FINN: Definitivamente.

CAMARERO: Su Mai Tatooine.

FINN: Gracias... solo me quito el casco y... 

STORMTROOPER: ¡Hostia un negro!

FINN: ¡¿QUÉ HAS DICHO?!

STORMTROOPER: Nada, nada. No soy racista. Es que no pensaba que eras...

FINN: ¿Qué era qué...? ¡Dilo!

STORMTROOPER: Que no soy racista, ¿vale?

FINN: Sí que lo eres. ¡Y no pasa nada! Que eres de los malos. ¿Por qué crees que los uniformes son blancos? ¡Los Stormtroopers son los KKK y nazis intergalácticos!

STORMTROOPER: Según esa premisa, tú no podrías ser un Stormtrooper. Y Darth Vader tendría que ser un Pantera Negra.

FINN: Cómo tú lo veas. Sin embargo, ahora que pienso dejar la vida del mal, seré de los buenos. ¡Y podré acribillarte a disparos lásers!

STORMTROOPER: No, porque los buenos no matan.

FINN: Pero como ya se estableció que eres racista, a nadie del público le importará que lo haga.

STORMTROOPER: Salvo que sea de otra raza. ¿Tú qué sabes? ¡A lo mejor soy coreano!

FINN: ¿Eres coreano?

STORMTROOPER: Eh... no...

FINN: ¡Quítate el casco!

STORMTROOPER: No... no quiero quitármelo...

CRONO EWOK: ¡Eh! ¡Subnormales! ¿Os importa? Que no sólo se me está quitando el pedo, sino que también me está alcanzando la resaca.

FINN: ¿No eres un poco chiquitarra para ser un Stormtrooper?

CRONO EWOK: Ah perdón... me quito el casco. Hola, soy Crono Ewok. He venido a emborracharos.

STORMTROOPER: ¡Hostia un oso amoroso gitano! JAJAJAJA.

FINN: ¿En serio? ¿Racista? ¿Estereotipos? ¿Nos lo cargamos, Crono Ewok?

CRONO EWOK: Estoy en ello... ¡POR LA POLLA DE PALPATINE!

FINN: ¡TRONCOOOO! ¡Le has estallado la cabeza con la mente!

CRONO EWOK: Culpa de él. Si tan sólo supiese el poder del Lado Oscuro.

FINN: No, no. Que lo digo porque quería que se quitara el casco para saber si era un blanquito de mierda.

CRONO EWOK: Ahora el racista eres tú. Te toca... ¡POR LOS COJONES DE JABBA!

FINN: ¡ESPERA, ESPERA! ¡No me estalles la cabeza! Has oído mi discurso, ¿no? Quiero dejar la vida. En serio. Solo antes quiero generar un poco de pasta, de paro, etc. ¿O estoy cometiendo un error?

CRONO EWOK: Mira, tío. Te voy a echar un cable porque las yonki latas y estallar cabezas me ponen de buenas... solo contesta a este pregunta... ¿TE PONGO?

FINN: ¡Pero qué dices, criatura de Exegol!

CRONO EWOK: Vale, estarás bien. En cuanto te empiecen a poner los bichos amorfos de PlayBoba Fett, es cuando realmente deberías pensar en la jubilación. Y por no estallarte la cabeza, agradecería un aventón al Planeta Reina Sofía y que compres dos yonki latas.

FINN: Yo no quiero una yonki lata.

CRONO EWOK: Son para mí. Es para compensar que no me tomé una en la anterior cabeza.

FINN: Dos yonki latas.

CAMARERO: ¿Tú vas a querer algo, Crono Ewok?

CRONO EWOK: Sí, una Fanta Limón. Capullo.

Foto Stormtrooper en Plaza del Museo Reina Sofía


CAMINO DE LA FUERZA # 8: IMPERIAL PILOT

Recuperé mi pedo por fortuna. Pero cuando volví a la cantina de Mos Eisley, el Camarero no estaba. Solo habían varios jawas limpiando. El más alto de ellos (una especie de Crono Ewok versión jawa) estaba en la barra. El Barjawa. Y de clientes sólo habían tres individuos. Yoda, un Piloto Imperial y Resacoso (un oso polar de otra dimensión).

CRONO EWOK: ¿Eh, qué pasa Resacoso?

RESACOSO: Eh.

BARJAWA: ¿JUCHINI?

CRONO EWOK: La última yonki lata, si vous plait.

BARJAWA: ¡JU-CHINI!

CRONO EWOK: ¿Lo has pillado? ¿Lo ha pillado?

PILOTO: Lo ha pillado.

CRONO EWOK: Lo ha pillado. Bien. ¡Pues flipa, tronco! ¡Me eché un GTA con un TIE fighter y qué bien me la he pasao!

PILOTO: ¿Sí?

CRONO EWOK: ¡Siiiii, tío! ¡Moló mogollón! Particularmente cuando me empezaron a perseguir esos cerdos imperiales.

PILOTO: Mjm.

CRONO EWOK: En un punto incluso estaba en un campo de asteroides con el gran John Williams sonando en la radio. ¡BUAH!

PILOTO: Ajá.

CRONO EWOK: Y luego, cuando perdí a esos pringaos, descubrí que el subnormal del Piloto Imperial se había dejado, aparte de las llaves del TIE fighter, ¡su tárjeta de crédito!

PILOTO: Mmm.

CRONO EWOK: ¿Qué haces? ¡Pues lo lógico! Fui a un bar striptease de Twi'leks y empecé a tarjetear como si no hubiese mañana.

PILOTO: A-já.

CRONO EWOK: ¡Joder! ¡Qué risas!

PILOTO: Mmmjm.

CRONO EWOK: ¿Qué coño te pasa, tío? ¿Es que no sabes decir otra cosa?

PILOTO: ¿Quieres que diga algo? Mmm, pos vale. Que tal esto: ¡ME ROBASTE MI TIE FIGHTER, HIJO DE PUTA!

CRONO EWOK: Hostiarrrr. Tierra trágame. Lo siento, hombre... a lo mejor tengo mucha cara pidiendo esto, pero... ¿puedes llevarme al Planeta Santa María de la Cabeza para mi última foto?

PILOTO: Claro. ¿Pero sabes lo que te va a costar?

CRONO EWOK: Sí... treinta segundos de acariciarme el cuero cabelludo.

PILOTO: Y tirarte de las orejas un rato.

CRONO EWOK: ¡Joder! Vale, vale.

PILOTO: Te espero fuera.

CRONO EWOK: Tuve que haberle estallado la cabeza.

YODA: Pero estallarla no has hecho, ¿mmMM?

CRONO EWOK: Joder, Yoda. Tengo que hacerte la pregunta... ¿hablas así porque siempre vas más pedo que Greedo?

YODA: La Borrachera es lo que su poder a un Jedi le da. Un campo de energía es. Por todos los crápulas vivientes creado. Nos rodea, en nosotros penetra y a la galaxia mantiene ebria. La borrachera siente. En el alcohol... en la copa... en el hielo... en la Coca Cola. Tus ojos engañarte pueden. De ellos fiarte no debes.

CRONO EWOK: ¡Gran Yoda! ¿Dices, entonces, que para ser un Jedi... debo estar ciego?

YODA: Cierto es.

CRONO EWOK: La posibilidad de destruir un planeta es algo insignificante comparado con el poder de explotar cabezas too tajas.

YODA: Fusión de ambas serás. La Estrella de la Muerte Viviente. El Tajas que destuye planetas con la mente.

CRONO EWOK: ¿En serio? ¡Qué de puta madre! ¿Y puedo sincronizarme con Rey para tener un orgasmo mutuo de proporciones globales?


YODA: Díficil de ver... siempre en movimiento está el orgasmo.  Pero el resto cierto es. Una vez el Camino de la Fuerza completado hayas. De cada cabeza tu poder ha emancipado. Muerto no estarás. Y más fuerte tu alcance será. Pero igual que con el pervertido has hecho, tus poderes deben al bien servir, ¿mmMM?  ¡Y ojo! El miedo... la ira... el Lado Oscuro de la Resaca son éstos.

CRONO EWOK: Sí, sí. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Lo pillo. Vale... lo intentaré...

YODA: ¡Intentar no! Tájate o no te tajes. Intentar es de pringados. Sobriedad, cañitas bebidas en una hora, cerveza sin, claras... un Tajas no ansía estas cosas.

CRONO EWOK:  ¡Pues me tajaré!

YODA: ¡Y qué la Fuerza te acompañe!

Foto Imperial Pilot en Santa María de la Cabeza

Pues con lo que me hubiese gustado cumplir el juramento que le hice a mi Maestro Jedi, resulta que hubo un imprevisto después de la última foto. Sentía la Fuerza de la borrachera correr por mis venas. ¡La capacidad de destruir planetas con la mente! Pero resulta que el Camarero era realmente Snoke, el líder de la Primera Orden... y creo que el padre de Gollum... creado por Sidious por envidia de su flota de la Orden Final. Ya decía yo por qué no me echaba de su bar con todas las veces que me faltaba con él. El hecho es que me atropelló con un Bantha y la palmé. Sabía bien que me iba a cargar a todo su clan de degenerados. Y esta historia os la cuento como fantasma Jedi azul que sólo puede ver el subnormal de mi hermano. Qué fin más torpe. Por otra parte, me alegro. No tanto por mi deseo Leaving Las Vegas. Sino por vosotros. Que, aquí entre nos, ¡la hubiese liado parda! 
 
 
EL EWOK NEGRO
 

 
 


 
 
Fragmento de obra de teatro TERAPIA DE TERROR, Acto II, Escena 2. 
 
Personajes: Romasanta el licántropo, Drácula el vampiro y Kharis la Momia.
 

ROMASANTA saca su móvil y empieza a teclear.

ROMASANTA.- ¡Coño! Casi me olvido…

DRÁCULA.- ¿A quién whatsappeas?

ROMASANTA.- Qué te importa.

DRÁCULA.- Venga, hombre. Dímelo.

ROMASANTA.- (Centrado en lo que hace) A mi novia.

DRÁCULA.- ¿Está buena? (ROMASANTA lo mira con odio) Vale, vale… a que puedo adivinar lo que le has escrito.

ROMASANTA.- Tronco, déjame en paz.

DRÁCULA.- “Cari… estoy pasando por unos cambios muy chungos”. Emoticono de perro, emoticono guiñando el ojo y emoticono Star Trek de saludo Vulcano.

ROMASANTA.- Eres imbécil.

DRÁCULA.- Seguro que no te es fiel.

ROMASANTA.- ¿Por qué dices eso?

DRÁCULA.- Es una perra, ¿no?

ROMASANTA.- Tío… estás profanando tumbas en el cementerio de las hostias.

Entra la MOMIA. Breve silencio. ROMASANTA y DRÁCULA lo miran unos momentos. La MOMIA se sienta a la par de DRÁCULA. LARGO SILENCIO.

MOMIA.- (A Drácula) Estáis para la terapia de grupo, ¿no?

DRÁCULA.- ¿A ti qué más te da? Te han vendado. Puedes irte a casa cuando quieras.

ROMASANTA empieza a reírse a carcajadas. DRÁCULA se une a las risas.

ROMASANTA.- Estás on fire, macho.

DRÁCULA.- Pues ni tanto. Contrario al Chupapollas, el puto leproso éste se ha sentado.

MOMIA.- (Molesto) Ja, ja, ja. Muy gracioso.

DRÁCULA.- Es broma tío. Soy Drácula. Y este es el Hombre Perro.

ROMASANTA.- Lobo.

DRÁCULA.- Eso.

MOMIA.- Lo sé. He visto vuestras pelis.

DRÁCULA.- ¿Cuál de todas?

ROMASANTA.- Tranquilo, Spielberg.

DRÁCULA.- Sabéis que os doy mil vueltas en cine. Bela Lugosi, Cristopher Lee, Bram Stoker… la lista continúa.

ROMASANTA.- Más bien se queda ahí.

DRÁCULA.- ¿Qué no? Entrevista con el Vampiro, el Baile de los Vampiros, Abierto hasta el Amanecer…

ROMASANTA.- En esas no sale Drácula.

MOMIA.- Tú sólo tienes Hombre Lobo Americano en Londres y el vídeo de Thriller.

ROMASANTA.- ¿Quieres que hable de la última trilogía de la Momia? ¿O la mierda esa con Tom Cruise donde, por cierto, eras una tía?

MOMIA.- Vale, vale. El hecho es que han creado tantos remakes e historias de nosotros, que ya ni siquiera valemos nada. Como Star Wars. Las primeras tres pelis son perfectas. Tuvieron que hacer tres más y luego otras tres. ¡Con Spin offs! ¡Venga ya, coño!

DRÁCULA.- ¡Y qué lo digas!

ROMASANTA.- Totalmente de acuerdo.

Breve silencio.

MOMIA.- ¿Quién es vuestro personaje de Star Wars favorito?

ROMASANTA y DRÁCULA.- ¡Darth Vader!

ROMASANTA y DRÁCULA chocan cinco al percatarse que han dicho el mismo personaje al mismo tiempo. La MOMIA resopla.

DRÁCULA.- ¿Qué pasa?

MOMIA.- Que poco originales sois.

ROMASANTA.- Supongo que el tuyo es mazo de original.

MOMIA.- ¡Pero mazo!

DRÁCULA.- A ver…

MOMIA.- El Ewok negro que está con Chewbacca dentro del ATST en el Retorno del Jedi.

Largo silencio. DRÁCULA y ROMASANTA se miran sin comprenderlo.

ROMASANTA.- ¿Y qué lo hace tan especial?

MOMIA.- Es la pieza clave para desactivar los escudos que conducen a la victoria rebelde.

Drácula se queda en un trance reflexivo unos momentos.

DRÁCULA.- Espera, espera. Yo recuerdo esa parte. Es Chewbacca quien dispara. Y lo único que hace el puto Ewok negro es (Lo imita mientras lo cuenta) agitar los puños en el aire mientras Chewie se carga Storm Troopers.

MOMIA.- ¡Pero es por él que entran!

DRÁCULA.- Nuevamente, ¡es Chewbacca quien abre las puertas a puro disparo laser!

ROMASANTA.- (Serio y reflexivo) No, no… en un principio Chewie iba a disparar y es Han quién tiene la idea de engañar a las fuerzas imperiales de dentro utilizando las comunicaciones del ATST para que salgan.

DRÁCULA.- ¿Y dónde estaba el Ewok negro?

ROMASANTA.- (Muy irritado) ¡CASCÁNDOSELA EN EL BOSQUE! ¡YO QUÉ COÑO SÉ!

MOMIA.- Dirás follando en el bosque. ¡Es la puta polla!

DRÁCULA.- Literalmente.

ROMASANTA.- Cierto… es negro.

MOMIA.- A lo que voy es que nada de eso hubiese pasado sin la motivación del Ewok negro.

DRÁCULA.- También había otro Ewok en el ATST que no era negro.

MOMIA.- Ya… pero elijo a ese.

ROMASANTA.- ¿Por qué?

MOMIA.- Porque yo también soy negro.

DRÁCULA.- ¡Lo que me faltaba! ¡Entre un perro y un oso!

ROMASANTA.- Y dale.

DRÁCULA.- Ya que estamos en el tema… cuando yo muerdo a un humano, se vuelve vampiro. (Señalando a Romasanta) Cuando él muerde humanos, se vuelven huskis (Romasanta niega con la cabeza) Cuando tú muerdes a un humano, ¿qué pasa?

MOMIA.- No soy un puto zombi si es lo que me estás preguntando.

DRÁCULA.- Lo decía por los osos.

MOMIA.- ¡Tampoco soy un oso!

DRÁCULA.- ¿Ewok negro?

MOMIA.- A ver tío. Si fuese capaz de crear Ewoks negros, sería el puto amo del Universo y todo lo que existe.

Largo silencio. DRÁCULA se queda pensativo.

DRÁCULA.- Eso es verdad.